Durante años se ha dudado de la posibilidad de que el escocés Andy Murray pudiese llegar a conseguir una gran victoria. No por falta de calidad tenística (todo lo contrario) sino por tener la mala suerte de coincidir con los 3 más grandes de todos los tiempos, Roger Federer, Novak Djokovic y Rafa Nadal. Sus finales de Grand Slam (siempre con los 2 primeros) se cuentan por derrotas.
Pero por fin hoy ha llegado el que puede ser un punto de inflexión en su carrera al derrotar al suizo en la final de los JJ:OO de Londres celebrada en Wimbledon (la pista preferida de Roger, donde ganó hace poco su séptimo título) por un contundente 6-2 6-1 6-4. Aunque es inevitable preguntarse que habría pasado si Federer hubiese llegado en mejor forma (la semifinal frente al argentino Juan Martín Del Potro fue con más de 4 horas el partido de 3 sets más largo de la historia del tenis) , no hay que olvidar que al propio Delpo no le ha afectado esto al imponerse a Novak Djokovic 7-5 6-4 en el partido por el Bronce.
Ahora solo queda esperar que en el US Open pueda por fin resurgir Rafa Nadal tras su enésima lesión.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario