martes, 22 de mayo de 2012

Reflexiones deportivas. Hoy: entrenadores

Cuando un entrenador de fútbol es destituido por un club o Selección Nacional, aunque le lluevan las críticas, siempre hay quien recurre a los tópicos del tipo más fácil echar a uno que a veinte o son los jugadores los que tienen que marcar goles. Esto es cierto. La pregunta es, ¿hasta que punto?
Pensemos en el ejemplo que ha vivido este mismo año mi equipo, el Atlético de Madrid. En diciembre la situación no podía ser más desastrosa. Con los peores números de Europa como visitante en Liga se rozaban los puestos de descenso y habíamos sufrido en la Copa del Rey una de las mayores humillaciones de nuestra historia al caer en los 2 partidos frente a un 2ªB, el Albacete Balompié.
Esto supuso el fin de la corta segunda etapa del jienense Goyo Manzano y la llegada de un entrenador de escasa experiencia que sin embargo ya había conseguido ganar los Torneos Apertura y Clausura argentinos de 2005 y 2008 con Estudiantes y River Plate respectivamente, pero sobre todo un mito viviente del equipo colchonero, Diego Pablo Cholo Simeone.
Con el, haciendo un juego quizá no demasiado bonito en algunas ocasiones pero si tremendamente efectivo, fuimos poco a poco subiendo puestos en la clasificación liguera (si bien varios pinchazos inesperados a última hora impidieron el gran objetivo, la clasificación para Champions League), la recuperación de los Adrián o Falcao tras una irregular primera vuelta así como el gran crecimiento en la defensa de Juanfran (tanto este como el delantero asturiano están en la lista provisional de Vicente Del Bosque para los amistosos de la Selección Española) y, sobre todo, la segunda victoria en 3 años en la UEFA Europa League ganando todos los partidos de la fase eliminatoria, algo sin precedentes en la historia de las competiciones continentales y con lo que nadie hubiera soñado tras los traspasos de David De Gea, Forlán, Kun Agüero...toda la base del equipo de la final de Hamburgo en 2010.
Con el Chelsea pasa algo quizá no exactamente parecido pero si comparable dadas las aspiraciones del multimillonario equipo de Roman Abramovich.
El fichaje como entrenador del portugués André Villas-Boas (antiguo ayudante del polémico José Mourinho y Campeón de la UEL un año antes con el Oporto de...Falcao) no respondió a las expectativas creadas y rápidamente el equipo londinense quedó alejado no ya de la lucha por la Premier League (monopolizada por los 2 equipos de Manchester de una forma solo comparable a las ligas Española o Escocesa) sino de los puestos de Copa de Europa. Competición esta en la que además en la ida de los octavos se cayó por 3-1 con el modesto Napoles italiano.
Tras una inesperada derrota liguera frente al West Bromwich Albion Villas-Boas era sustituido por su segundo entrenador Roberto Di Matteo, que como jugador había militado entre otros equipos en el propio Chelsea. Con el clásico sistema ultradefensivo que caracteriza a los italianos, los blues consiguieron el doblete FA Cup-Champions, ganando en esta última al mismísimo FC Barcelona de Pep Guardiola (Campeón el año anterior) en semifinales y en la final a un Bayern Munich que jugaba en casa por penaltys tras empatar el 1-0 favorable a los alemanes en el minuto 87.
Visto esto, ¿alguien duda de la importancia que a veces tienen los entrenadores?

2 comentarios:

  1. O el Real Madrid, que en 6 temporadas no había pasado nunca de octavos en la Champions, y ha sido venir a Mourinho y llegar dos veces consecutivas a semifinales. Aparte de estar 18 años sin ganar la Copa hasta que el portugués llegó.

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