Qué lejanos parecen esos tiempos que en España nos conformábamos con que nuestra selección de fútbol pasara de los cuartos, una leyenda que era más reciente que lo que muchos creen ya que hasta los 80 lo normal era que ni llegásemos. Una época en la que muchos decían que "no habíamos ganado nada" olvidando la Eurocopa de 1964 contra la URSS y el Oro de Barcelona`92 (los JJ:OO que marcaron un antes y un después en nuestro deporte) frente a Polonia.
Pues fue hace solo 3 años que un tal Fernando Torres acababa con tantos años de sinsabores con aquel golazo en el Prater de Viena. Y al igual que los títulos que he mencionado antes, la Eurocopa de Austria/Suiza parece haber sido olvidada.
Todos podemos ver jornada tras jornada como aplauden (con razón) a Andrés Iniesta tras su ya mítico gol en el Soccer City de Johannesburgo que nos dio nuestro primer Mundial, mientras que Torres recibió una sonora pitada en la reciente visita del Chelsea a Mestalla en la segunda jornada de la liguilla de Champions League.
¿Qué tienen en común estos logros? En la final del Bernabéu del 64 marcó un zaragocista, Marcelino. En Barcelona, un joven canterano del Cádiz que pronto se convertiría en un ídolo del Atlético de Madrid, Francisco Narváez Kiko. Y contra Alemania en 2008 lo hizo un madrileño (de Fuenlabrada) que pese a llevar un año en el Liverpool no dudaba en presumir de su cariño hacía el tercer equipo de España, hasta el punto de llevar una bandera de España con el escudo del Atleti en la celebración de la Eurocopa en la Plaza de Colón.
Resulta muy triste que incluso cuando se trata de La Roja la prensa se centre solo en el FC Barcelona y el Real Madrid. Luego se apropiarán de nuevo de los hipotéticos éxitos en Polonia/Ucrania o Londres el próximo año, cuando, como ya he dicho otras veces, disfrutaremos pese a ellos.
jueves, 6 de octubre de 2011
Reflexiones deportivas. Hoy: las finales de la Selección
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