martes, 21 de enero de 2014

Wawrinka: a la tercera fue la vencida

En 2011 todo apuntaba a que el Open de Australia iba a ser un capítulo más de la eterna rivalidad entre el mejor tenista de la historia, el suizo Roger Federer (en ese momento Vigente Campeón del primer Grand Slam del año) y Rafa Nadal, ya entonces considerado el mejor deportista español y que venía de encadenar triunfos en Roland Garros, Wimbledon y US Open.
Sin embargo el manacorí se vio sorprendido en cuartos por su compatriota David Ferrer (6-4 6-2 6-3) mientras que el Tetracampeón del torneo de las Antípodas nada pudo hacer en semifinales con Novak Djokovic (7-6 (3) 7-5 6-4), Nº3 del ranking ATP que hasta entonces solo contaba con un GS en su palmarés (el propio Australia en 2008) y para algunos ya era poco menos que una eterna promesa. Pero ese fue el año que todo cambió.
Tras derrotar en la final de Melbourne con relativa facilidad al escocés Andy Murray (6-4 6-2 6-3) Nole tuvo una increíble racha de victorias que le colocó como Nº1 del Mundo durante 2 años seguidos, escapándosele tan solo Roland Garros (sexto triunfo consecutivo de Nadal), donde fue Federer el que se tomó la revancha.
Desde entonces Australia parecía ser territorio de Djokovic como (salvando las distancias) Roland Garros para Rafa o Wimbledon para Roger. Ni siquiera un extraordinario partido de Nadal en la final más larga de la historia impidió que el serbio repitiese título en 2012 (5-7 6-4 6-2 6-7 (5) 7-5) y de nuevo se impondría en 2013 (ausencia del español por lesión) frente al mencionado Murray (6-7 (2) 7-6 (3) 6-3 6-2) .
Ese año pudo ser no obstante el que hubiese cambiado la historia. En octavos el partido ante Stanislas Wawrinka (Nº17 del Mundo), a priori un mero trámite, acabó convirtiéndose en uno de los más emocionantes de la historia del Open de Australia, con un resultado de 1-6 7-5 6-4 6-7 (5) 12-10 tras 5 horas. De nuevo el Nº2 suizo le puso contra las cuerdas en semis del US Open, siendo esta vez el marcador final de 2-6 7-6 (4) 3-6 6-3 6-4 para Djokovic, que posteriormente caería en la final de Flushing Meadows frente a Nadal.
Y en su torneo favorito y cuando mejor parecía estar jugando el serbio (que no perdía un partido desde esta última final) fue precisamente Stan el que ha dado esta mañana una de las mayores sorpresas de la historia moderna del tenis con un 2-6 6-4 6-2 3-6 9-7. Es inevitable recordar hoy cuando en 2009 era el sueco Robin Soderling (hoy al borde de la retirada por enfermedad) el que encajaba a Rafa Nadal la hasta el momento única derrota de su carrera en Roland Garros, sobre todo teniendo en cuenta que ambos comparten entrenador, el ex-tenista Magnus Norman. Su rival en semifinales será el otro gran tapado del torneo, el checo Tomas Berdych, que a su vez eliminó en 4 mangas al Nº3 David Ferrer, 6-1 6-4 2-6 6-4.
Solo queda apoyar desde aquí al actual Nº1 del Mundo, que mañana tiene un difícil partido de cuartos frente al prometedor búlgaro Grigor Dimitrov. ¡Vamos Rafa! ¡A por el 14º Grand Slam!

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