El baloncesto español había vivido una primera edad de oro a principios de los 80. El cuarto puesto en el Mundial de Colombia`82(donde se consiguió la primera de nuestras únicas 2 victorias frente a EE:UU) la plata en el Eurobasket`83 en Francia(tercera vez que España se quedaba a las puertas del éxito tras la lejana primera edición en 1935 y la de 1973 donde fuimos anfitriones)y, sobre todo el otro segundo puesto en los JJ: OO de 1984 en Los Ángeles(donde nada se pudo hacer ante la abrumadora superioridad de los Jordan y compañía) había supuesto una gran popularidad para este deporte, llegando a ser casi tan seguido como el fútbol por medios y afición.
Sin embargo la segunda mitad de la década(tristemente recordada por el trágico accidente del primer NBA español, Fernando Martín)no fue tan exitosa, y tuvieron que ser irónicamente los Juegos de Barcelona(donde el deporte español empezó a crecer hasta el histórico momento actual)donde esta decadencia se haría patente. Desde luego nadie podía pedir que se ganara al mencionado "Dream Team", pero lo que no se esperaba era caer también frente a Croacia, Alemania y...Angola.
El "angolazo"supuso un duro varapalo para un equipo que parecía levantar cabeza con el bronce conseguido un año antes en el Europeo jugado en Italia, por lo que Antonio Díaz-Miguel fue cesado tras una larga etapa de 27 años al frente de la selección, siendo sustituido por el ex-entrenador madridista Lolo Sainz, cuyos primeros 4 años tampoco fueron demasiado brillantes: en los europeos de 1993 y 1995 no se pasó del quinto y sexto lugar respectivamente, y el Mundobasket´94 todavía fue peor al acabar décimos tras otra célebre derrota, el "chinazo", lo que nos dejó fuera de Atlanta`96, la primera vez en 20 años que ocurría algo así. Todo esto hacía que al Eurobasket de 1999 en Francia se llegara con escasas expectativas de conseguir algún resultado digno.
Pero aquella generación fallida de los Herreros, Dueñas, Jiménez...no desaprovechó su última oportunidad de reivindicarse, y tras superar con ciertos apuros las 2 primeras rondas(estuvimos virtualmente eliminados durante buena parte del partido decisivo contra Israel, ya que los anfitriones franceses, que debían ganar a Eslovenia, llegaron a ir perdiendo de 19)se consiguió derrotar en cuartos contra todo pronóstico a la Lituania de Sabonis, y en semifinales a la mencionada Francia. Aunque en la final no hubo nada que hacer contra una Italia con jugadores como Andrea Meneghin(hijo del mítico Dino, contra el que llegó a jugar en un caso casi único en la historia del deporte mundial)lo importante es que se había devuelto a los aficionados la ilusión por el baloncesto.
Aún quedaba lo mejor de todo, el Mundial juvenil. Pero esto lo veremos en el próximo capítulo.
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