lunes, 19 de septiembre de 2011

Resumen de un Eurobasket histórico (1)

Tras la gran victoria de ayer de España frente a Francia, toca hacer balance del Eurobasket de Lituania. Hoy hablaré de nuestra selección:
El torneo empezó con unas dudas que nunca antes había generado este equipo.
El motivo era el sexto puesto en el Mundobasket de Turquía hace un año, y pese a que entonces Pau Gasol no había acudido por descansar tras la siempre larga temporada de la NBA, tampoco el de los Lakers parecía atravesar su mejor momento, recibiendo críticas quizá demasiado desmesuradas de prensa y aficionados norteamericanos por el fracaso de su equipo en los play off, y muchos no entendían la continuidad como seleccionador de Sergio Scariolo. La gran novedad de un equipo del que se había retirado Jorge Garbajosa era el congoleño nacionalizado Serge Ibaka, también de la NBA (concretamente, Oklahoma City Thunder) .
Los amistosos tampoco sirvieron para sacar conclusiones, ya que una vez más se hizo una preparación más orientada a vender la marca "ÑBA" que otra cosa, perdiendo contundentemente el único de ellos que no se jugó en España, concretamente contra la anfitriona Lituania en Kaunas, algo que recordaba mucho a lo ocurrido en 2009.
De esta forma España empezó su defensa del Oro con Polonia, que lejos de despejar incógnitas, las aumentó, ya que la modesta selección (que ya había estado a un paso de ganarnos en un amistoso 2 años antes) puso en demasiados apuros a los nuestros, y a poco del final se acercaron a tan solo 3 puntos. Solo el gran partido de los Gasol y La Bomba Navarro salvó una victoria por 83-78.
Contra la selección más débil del torneo, Portugal, se ganó con mayor claridad (73-87), así como a Gran Bretaña (86-69) pero seguían los defectos que venían desde el Mundial y en menor medida el anterior Europeo, con una defensa cada vez más alejada de la brillantez mostrada en Japón y unos grandes bajones de juego tras el descanso que complicaban excesivamente los partidos. Además, Scariolo apenas contaba con jugadores como Víctor Claver o Víctor Sada.
Esto provocó que la mayoría ya diera por perdido el partido con Lituania, por lo que ya se hacían cábalas de las diferentes combinaciones de cara al último partido con Turquia (selección que en los últimos años parece habernos cogido la medida), donde incluso podíamos quedar eliminados tras la inesperada derrota de estos ante una Polonia que parecía empeñada en demostrar que su gran partido contra los campeones vigentes no era una casualidad.
Y contra la anfitriona resurgió por fin el mejor nivel de nuestro equipo. A los pocos minutos las ventajas ya eran amplias, con un primer parcial (12-31) que lo decía todo.
En el segundo cuarto Lituania parecía despertar, y el juego se fue igualando, pero el combinado español estaba más afortunado que nunca de cara a los triples (en especial Navarro) por lo que la ventaja incluso fue aumentando hasta un espectacular 36-62 al descanso, un punto más que en la inolvidable final con EE:UU. La lógica relajación final fue rebajando el resultado hasta un engañoso 79-91 que muchos ya hubieran firmado antes de empezar. La nota negativa era la lesión de Pau Gasol, que se perdería el siguiente partido contra Turquía, encuentro que parecía un mero trámite.
Pero en deporte, todo puede pasar. Polonia, tras haber conseguido lo más difícil, caía contra Gran Bretaña, por lo que Turquía pasaba a depender de si misma con una España que veía aquello casi como un entrenamiento con público, por lo que del 57-49 se pasó a un 57-65 final tras un último cuarto esperpéntico con un parcial de 16-2 para la selección otomana que de nuevo hacía saltar las alarmas tras la euforia del día anterior...lo de siempre, vaya.
De esta forma quedábamos con tan solo una victoria en un difícil grupo E con la Alemania de Nowitzki (que venía de ganar su primer anillo de la NBA con Dallas Mavericks) Serbia (nuestro verdugo en el Mundobasket con aquel espectacular triple de Teodosic) y una Francia que de la mano de Joakim Noah (hijo de Yannick, el último tenista de dicho país en ganar un Roland Garros) parecía haber dado el salto de calidad que necesitaba para meterse en los puestos de cabeza, contando todos sus partidos en Lituania por victorias.
El de Alemania fue un partido de lo más igualado donde destacó especialmente el otro Gasol, Marc, con 24 puntos. También contribuyó decisivamente un Pau que tras contar con pocos minutos al principio por estar aún tocado, tuvo tiempo tras el descanso de hacer otros 19 puntos, lo que unido a una mayor seguridad defensiva que dejó en empate el eterno duelo con Dirk Nowitzki supuso un 68-77 que ponía a España con un pie en cuartos.
Y por fin Pau sacó su mejor versión contra Serbia. Sus 25 puntos más 8 rebotes, unidos a los 20 de Marc y los 14 de Navarro supusieron una aplastante victoria frente a la siempre incómoda selección balcánica por 84-59, que ni siquiera gozó de ventajas en el marcador, lo que de nuevo decía maravillas de nuestra defensa, que por fin volvía a ser la de los mejores días. Mientras tanto Francia daba la sorpresa derrotando a Lituania, por lo que nos jugaríamos el primer puesto en la última jornada de la segunda fase contra los Parker, Batum, Noah y compañía.
O eso creíamos, ya que Vincent Collet, al verse ya en cuartos, decidió reservar a todos sus jugadores estrella, por lo que prácticamente no hubo partido (69-96) . Esto, como en 2009 contra Grecia, levantó suspicacias sobre si los bleus habían decidido dejarse ganar para evitar un cruce en semifinales contra los lituanos, no ya por su juego (que iba de más a menos) sino por las posibles polémicas arbitrales al ser los anfitrones. De esta forma nosotros tendríamos como rival en cuartos a unos viejos conocidos, Eslovenia.
Aquel fue un partido mucho más complicado de lo que se esperaba. España volvía a parecer la de la primera fase, mientras que Eslovenia estaba enchufadísima en ataque, por lo que en el primer cuarto perdíamos 16-23. Aún pudo haber sido peor de no ser por un triple de Udrih que no valió al ser fuera de tiempo. En el segundo cuarto se fue mejorando poco a poco (sobre todo a nivel defensivo) hasta incluso conseguir llegar al descanso con una corta ventaja, 35-31.
Y si hasta ahora los de Scariolo se habían paseado en los comienzos de los partidos y luego sufrían pájaras en la reanudación, ahora parecía todo lo contrario. Navarro era más que nunca la bomba, y eso se notó en un tercer cuarto donde España anotó nada menos que 36 puntos, lo que dejaba sentenciada la eliminatoria con un 71-45. El bajón final solo redujo las distancias en 4 puntos, siendo el resultado final de 86-64, quedando España de esta forma clasificada para el Preolímpico. Ahora todos esperaban lo que se consideraba la final anticipada con Lituania.
Y de nuevo se rompieron todos los pronósticos en el Kaunas Arena. Macedonia, una modestísima selección (47º en el ranking FIBA) que apenas contaba en las casas de apuestas, conseguía gracias a jugadores como Pero Antic, Vlado Ilievski y sobre todo el estadounidense nacionalizado Bo McCalebb su maracanazo particular tras un final de lo más emocionante (con error garrafal incluído en defensa), lo que resultaba casi un drama nacional en un país donde se vive el baloncesto con la misma intensidad (o incluso más) que en España el fútbol.

Ahora más que nunca arreciaban las críticas a Francia, que gracias a esto se había metido en un cruce teóricamente más complicado (Grecia y Rusia). Pero Macedonia quería seguir sorprendiendo, y tras dominar España en el primer cuarto (26-18) de las semifinales se llegaba con 44-45 al descanso. Aquello casi parecía un deja vu de lo ocurrido en 2009 en la Copa Confederaciones a la selección de fútbol, cuando se cayó contra EE:UU en un partido que se consideraba como un mero trámite antes de la final con Brasil.
Pero Juan Carlos Navarro seguía mejorando aún más si cabe su juego, consiguiendo tras la reanudación nada menos que 19 de los 35 puntos que anotaría durante el partido, dejando el marcador en 92-80. Estábamos en nuestra octava final (tercera consecutiva), lo que otorgaba plaza directa para los JJ:OO de Londres. Nuestro rival era el esperado, Francia, que ganó unas eliminatorias más complicadas de lo que reflejaban los marcadores (64-56 contra Grecia y 79-71 contra Rusia). Es decir, que se presentaban en la final de Kaunas con una sola derrota...en un partido regalado.
Francia hizo un gran juego en la final (sobre todo Tony Parker, que anotó 26 puntos), pero España fue completamente superior, como refleja el hecho de que solo en el último se bajara de los 25 puntos por cuarto. No sería arriesgado decir que con cualquier otro rival el marcador final (98-85) hubiera sido mucho más abultado. Sería difícil quedarse con un momento en concreto, pero yo elegiría los 5 tapones que hizo Ibaka.
Tras 6 finales perdidas (1935, 1973, 1983, 1999, 2003 y la especialmente dolorosa de Madrid`07) nos habíamos convertido en nada menos que la cuarta selección en repetir título, algo que no pasaba desde que Yugoslavia lo hiciera en 1995 y 1997. Juan Carlos Navarro era nombrado MVP del torneo, entrando en el Quinteto Ideal con Pau Gasol.
Mañana, el análisis del resto de selecciones importantes del Eurobasket.

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